Poemas

Cuatro poemas más uno


I

Por entonces
París largaba el fuego por las calles
pulpos humanos de estudiantes. Protestaban.
Ella venía con un libro bajo el brazo y una sonrisa en los labios,
pero tenía una mirada a punto de llover,
oscuros valles de soledad
y una cordillera de desilusiones torturando sus ganas de vivir
las reglas del capitalismo le cercenaban su avenir.

jca


II

Iba camino
a una estación de incertidumbres
al termino de un verano sin sol.
El precio de los recuerdos
cabe en una valija triste
y caminé cada calle
dentro de un hervidero de historias
en pleno océano de rencores
como ese marinero
que se embarca, y piensa
que dejó sus fantasmas
sentados en el muelle.
Uno se miente a sí mismo
sin reconocer
que el olor a tierra húmeda
no está en el mar sino en las praderas
a la que nunca se retornara.

jca


III

Desde entonces
vivo en aquel atardecer inundado de lluvias
de soles lastimados
y de recuerdos que no dejan de ser recuerdos.
Corrían los años malditos
de soldaditos
de historias censuradas
y amores clandestinos

jca


IV


¡Qué manera de soñar!...
Dormí con un sueño pesado
con un sueños sin consciencia
sin gritos de chicos
Tampoco había  discusiones
de parejas separándose
fue un sueño sin perfumes ni colores
un sueño en silencio
como el sueño de muertos
casi, como para ir acostumbrándome
a  mi destino.

jca


El ateo

No se quién era el más pobre en ese barrio
porque tener la esperanza de un mundo mejor
era sólo eso ya un lujo.
Allí se nacía para morir joven
él nació casi linyera
y pasó la vida gastando sueños
apenas lo acompañaron
dos monedas de cobres en los bolsillos
que le servían de amuleto
y le hacían creer que era rico.
¿Cómo creer en Dios en esas condiciones?

jca




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Santa Rosa

Cuando era chico
subí un camino de tierra
que iba serpenteando el viento y las lluvias
y encontré un pueblito
con un cartel que decía “Bienvenido a Santa Rosa”
había casas blancas y techos rojos,
una iglesia pequeña cobijando a Dios
de la intemperie y del egoísmo.

La gente se miraba a los ojos
y sonreían
y todos se decían “buenos días”
sin pensar si el otro era extranjero.

Cuando era chico
Visité un día ese pueblo
una tarde, una caída de sol
y había platos de frutas maduras en las ventanas
y un vaso de agua que no le negaban a nadie.

Hoy, que sólo vivo de los recuerdos
Que ya tengo una cita marcada con Dios
me digo :
si el Paraíso se pareciera a ese pueblo
¡Como me gustaría ir al Paraíso!


Juan Carlos Alarcon 






Éxodo


Un día escuché el sonido de un estrella filante
emocionado por la descubierta de la aventura. Entonces salí a caminar
excitado y confiado.
Crucé países sin fronteras, montañas sin nubes
y ríos sin peces ni pescadores;
calmé mi sed con el sudor de las noches sin fin
allí donde los guerreros cambiaban sus lanzas por la lira.

El tiempo se transformó en un lago de paz
y había perfumes de madreselvas y jazmines blancos
y me alimenté bajo el silencio de las estrellas
como los poetas sedientos de palabras para vestir de primaveras el universo.
Pero sólo brotaron grises, melancólicos grises de guerras oscuras.

Escuché el concierto de los vientos entre las cuerdas de árboles milenarios
sobre un ballet de luces plateadas que danzaban sin música.
Conocí el amor y la tristeza, la tristeza de historias repetidas.

Entonces, decidí desandar mis pasos y regresé a mi tierra herida
donde me llamaron ciudadano del mundo, pero ya era tarde
en realidad era solo un extranjero hasta en mi propio país.

Jca 




Recorri el Universo

Recorrí el universo

Arrastrado por el destino de no saber amar
Solo tenía cuatro estrellas,
un puñado de sueños en los bolsillos
y a menudo veía morir el día en los crepúsculos
cercenado de historias insensatas.

Brindé por el delirio del poeta
por ese cazador de esperanzas fracasadas
y de largos combates sobre molinos de vientos.
Yo construí el aire y el oxigeno en el trapecio de la vida.

Recorrí el universo
para beber del sudor de las piedras
sediento de amor y de batallas nunca ganadas.

Y ¿qué me queda hoy?
¡Apenas los recuerdos de un mundo inacabado!

jca




Que esconden tus ojos cuando duermes ?


Que esconden tus ojos cuando duermes ?
Yo prefiero pensar que sueñas conmigo
porque recuerdo tus labios que no me pertenecen
tus uñas delicadamente lastimando mi espalda
la mirada perdida entre los cerros.

Qué esconden tus ojos cuando duermes ?
Me lo pregunto sin respuesta
y retorno a mi mundo
donde una lágrima cierra mis parpados
como una ventana que se cierra al sol.

Qué esconden tus ojos cuando duermes?
Sino es como morder fresas maduras en primavera.
Porque recuerdo tus caricias
como la brisa de una pradera

Entonces te despierto con el desayuno en la cama
pero cuando tus ojos se abren
tu mirada es un cuchillo afilado que nos trae la realidad
Al lado de la puerta
allí está la valija que ya has preparado la noche anterior


Juan Carlos Alarcon 














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5 POEMAS 5


Poema uno


Dibujo de Ana Carolina    
Uno vive descuartizado
por los recuerdos
por la nostalgia
de aquellos días con mariposas de colores.

Uno vive entre el café y el humo de la madrugada
manchando papeles con palabras
que se apilan sin sentido.

Uno vive soñando
inventándose mundo paralelos
esferas de colores
como si se ganara a la lotería

Uno vive
cargándose de silencios, de rabias
y hasta risas...
Pero ser poeta no es fácil
Mañana cambiaré de profesión
me haré monje
o domador de hormigas
o matador serial de garrapiñadas
ya que mi vecina me cambio un  libro de poemas
por un paquete con garrapiñadas.

Juan Carlos Alarcon

            Poema dos

Cuando camino te pienso
Cuando te pienso te imagino
Cuando te imagino te veo
Cuando te veo te sueño
Y cuando te sueño te deseo.
Pero...
¿Qué es lo que yo podría hacer
para que tus ojos me miren
sin considerar que sólo somos amigos?

Juan Carlos Alarcon


  

Poema tres


Me regalaste tu vida
tus sueños
y la inocencia de tus años...
y yo nunca supe entender tu forma infantil de amar,
loca,
apasionada,
ingenua...
y te quise hacer a mi modo, olvidando que tu eras así...
que te gustaba cortar el aire a navaja
o dejando que tu sonrisa se pierda
como esos planetas de constelaciones desconocidas
viviendo la existencia a un día de distancia.

Juan Carlos Alarcon




     Poema cuatro
  
Háblame de amor
como lo hacías antes
cuando contábamos mariposas sobre flores de colores,
cuando tu caminabas descalza
y nos sentábamos en el balcón sumando primaveras.
Entonces tus labios alimentaban de promesas los míos
mientras yo te servia el desayuno con jugos de estrellas
 Háblame de amor
como lo hacías antes.
Hoy lo necesito
porque aquí estoy huérfano de ternura y de caricias
exhalando el aroma de aquellos días
extrañando tu piel erizada bajo mis manos.
 Háblame de amor, amor mio
aunque tu mirada este vacía
habitada por formas cotidianas
y palabras sin sentidos
 Háblame de amor
antes que cierre la puerta detrás mio
y en nuestro mundo quede un camino sin huellas ni regreso.

Juan Carlos Alarcon



 Dibujo de Ana Carolina 


 Poema cinco


Vengo de una madrugada llena de caricias
un bar frente al Sena y dos cafés con medias-lunas.
Ella tiene la mirada perdida de su juventud herida
y palabras que salpican ángeles entre andenes en primavera.

Ella habla de viajes que nunca hará
de orines de niños que perfumaran su casa
(en París se tejen amores todos los días
y se destejen en las madrugadas)

Yo no sé si la quiero como ella merece que la quieran
pero si sé que hoy quisiera gritar que tengo celos
celos del sol que acaricia su cuerpo
del viento que juega en sus cabellos
del cielo azul que cubre sus sueños
celos de la luz que brilla en sus ojos.

Entonces me levanto, bebo una de sus lágrimas
que tienen el sabor de lo imposible
y deposito un beso en su frente
luego me voy en silencio
dicen que el amor es más intenso, cuando es inalcanzable.

 Juan Carlos Alarcon


                                                                                

No, no me acuerdo más de ella
pero cuando bebo
sigo sacando desde el infierno de mi pasado
su sonrisa
su nombre
su fotografia
y esa felicidad que nunca supe beberla de sus labios
Entonces
escribo un verso
que tenga su perfume

Juan Carlos Alarcon.


Uno vive descuartizado
por los recuerdos
por la nostalgia
de aquellos días con mariposas de colores.

Uno vive entre el café y el humo de la madrugada
manchando papeles con palabras
que se apilan sin sentido.

Uno vive soñando
inventándose mundo paralelos
esferas de colores
como si se ganara a la lotería

Uno vive
cargándose de silencios, de rabias
y hasta risas...
Ser poeta no es fácil
Mañana cambiaré de profesión
me haré monje
o domador de hormigas
o matador serial de pralinés
porque mi vecina me cambio un paquete de pralinés
por un libro de poemas.

jca



Yo sé
que un día terminaré
como la Alejandra
colgado en los recuerdos
de algunos que me quisieron
y que, de tanto en tanto,
leerán algunos poemas

para no dejarme morir.

Juan Carlos Alarcon.



Envidia

Pensar que yo estaba envidioso
de mis propios pensamientos
que podían estar tan cerca de ti.

Tenía envidia de mis propios poemas
que podían sentir el calor de tus manos 
y envidia de mis manos que podían dibujar tu cuerpo
de mujer insolente.

Yo estaba envidioso de mis propios ojos
capaz de observarte tan lejos y de inventarte tan cerca.
Pero hoy camino hacia la soledad del antiguo guerrero
porque dentro de unos días tus seras un intenso recuerdo
entre silbatos de trenes y abrazos de despedida.

Dime mujer
Dónde emigran las golondrinas cuando muere el verano?

Juan Carlos Alarcon





A las 9 de la mañana

A las 9 de la mañana me siento a escribir como todos los días
con el bullido de la cafetera entre mis piernas
y el humo de los cigarrillos subiendo al techo
como el de una locomotora a carbón.

A las 9 de las mañana abro las puertas a mis obsesiones
y me largo en una cacería de afectos perdidos en el tiempo;
algo así como para sacarle astillas al dolor
de esas cosas que molestan,
y todo para que no invadan mis sueños,
esos que duermo de 2 horas en 2 horas. Justo,
justo el tiempo de no dejar que se instalen las pesadillas.
Pero todavía hay habitantes en los cementerios de flores marchitas.

A las 9 de la mañana me digo: ¡Carajo, y todavía la quiero!
Y mil años ya han pasado, y mil años hace que no la veo.
No se nada de ella y nunca sabré nada.
y... ¡carajo, todavía la quiero!

Juan Carlos Alarcon





  
Hoy me levanté con los ojos secos

hoy me levanté
Con los ojos secos por haber llorado amores
que no debía haber llorado
y caminé en silencio hacia el cementerio
donde están enterrados mis recuerdos.
Hoy hubiera
querido, de nuevo, amarte
aunque sea a escondidas
de lejos
y sin que tu te enteres
porque, a veces
te sigo extrañando. 

Juan Carlos Alarcon



9 comentarios:

  1. Bellisimos tus poemas Juan Carlos. Siempre te quiero amigo, siempre te admiro.

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  2. Gracias Clemy, un abrazo desde la distancia

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  3. Hola Juan, gracias por compartir tus poemas, falta uno que es hermoso, seguramente lo podrás algún día, admiro tu sensibilidad para escribir y recuerdo mis preguntas sobre que pasa por la mente y el su corazón de un poeta para escribir tan hermoso
    Cariños
    (antes eliminé un comentário porque salió mal )

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    1. Hola Romi, seguramente faltan varios poemas que ire poniendo de a poco
      un abrazo

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  4. Tus poesía es una precisa síntesis de tu prosa. A tu salud!

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  5. Te leo, y una a veces siente las mismas vivencias, seran los tiempos de ilusiones perdidas, Muy sincera y bella tu poesia. se te admira
    poeta carmenpassano

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  6. Imposible permanecer insensible a tus palabras. Y yo me digo autor!!!! Cuanta imbecilidad en mi hueca cabeza...Abrazo,
    Sergio

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  7. Grande,poeta,como desde aquellos tiempos en que apenas me animaba a mostrarte mis versos. Grande como amigo, grande como patriota, grande...grande. Clementina Rossini

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